Agencias
La fábula del alacrán y el sapo es la mejor descripción que podría aplicársele a Hilda Graciela Pérez Luis, quien a pesar de haber sido rescatada por la actual administración para ocupar la subdirección general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (#DIF), mantiene su estrategia de golpeteo interno en la institución, lo que ha afectado incluso a la propia presidenta, Sra. Irma Bolaños.
Hilda Pérez Luis ha tejido al interior del propio DIF una extensa telaraña de corrupción, luego que durante siete años ejerciera, desde la delegación sindical, un férreo control de la base trabajadora desde el Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (#STEPEIDCEO).
De 2009 a 2016, la entonces burócrata ocupó la delegación sindical del DIF, desde la cual compitió por la dirigencia del STEPEIDCEO en 2011. Aunque no obtuvo el máximo cargo sindical, continúo tejiendo una red de complicidades, que le permitieron incorporar a su hijo e hija a la burocracia.
Anahí Monserrat y Óscar Baruth de apellidos Sarmiento Pérez, hijos de la delegada del DIF recibieron sus bases en el Instituto de Atención al Migrante Oaxaqueño y Secretaría de Bienestar, respectivamente, luego que su madre negociara en 2014, con el entonces Secretario de Administración del gobierno de Gabino Cué, Alberto Vargas Varela, la disolución de la huelga en la gasolinera Fonapás.
Los tentáculos de Hilda se ampliaron cuando se afilió a Morena, partido político que la llevó a la diputación en dos ocasiones y en periodos consecutivos (durante la LXIII y LXLV Legislatura del Congreso de Oaxaca) de 2016 a 2021.
Fiel a sus principios de traición, en la contienda electoral de 2021, intentó dividir el voto, por lo que abandonó las filas de #Morena, para encabezar la candidatura a la presidencia municipal de #Oaxaca de Juárez por el Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista, elección en la que solo obtuvo cuatro mil votos.
Hoy, nuevamente Hilda Pérez Luis traiciona a quien le tendió la mano, pues a pesar de haber sido colocada en el DIF pese a su desliz con el PT y el Verde, se ha dedicado a entorpecer las actividades de la institución, ensuciando la imagen de Irma Bolaños.
La fábula del sapo y el alacrán menciona que es naturaleza del arácnido inyectar su veneno incluso a quien le ha ayudado en los momentos de vida o muerte, solo porque sí.