Agencias
“Dios prepara mi carrosa de oro que voy para allá, estoy listo”, fueron las últimas palabras del oaxaqueño, Robert Moreno Ramos, ejecutado por inyección letal la noche de este miércoles por las autoridades del Estado de Texas, en los Estados Unidos.
La ejecución se dio a las 21:36 horas (hora local) en la Unidad Carcelaria Wall, en Huntsville.
Moreno Ramos, originario de México, fue sentenciado a la pena de muerte en marzo de 1993, luego que una corte del condado de Hidalgo, en el sur de Texas, lo declaró culpable de asesinato.
Ramos fue hallado culpable de matar con un martillo a su esposa Leticia Ramos, de 42 años; su hija Abigail de siete y su hijo Jonathan de tres, el 7 de febrero de 1992 en la comunidad fronteriza de Progreso.
A principios de este mes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al gobierno federal de Estados Unidos y al de Texas a suspender la ejecución de Ramos y a otorgarle una reparación efectiva.
La CIDH argumentó que Estados Unidos está sujeto a las obligaciones internacionales derivadas de la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
En su cuenta de Twitter, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México condenó la ejecución: @SRE_mx México condena la ejecución en Texas de connacional. El @gobmx se opone a la pena de muerte por considerarla una de las violaciones más esenciales de los #DDHH, así como una sanción cruel e inhumana que socava la dignidad de las personas.