Ni una orden de aprehensión más en Tilzapote, fue el compromiso que estableció el fiscal general del Estado de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, ante un pueblo ávido de justicia, de atención oportuna y respaldo de alguna autoridad.
El encargado de la política de procuración de justicia, llegó en cumplimiento a un compromiso establecido con los comuneros de este anexo, a un encuentro con los 16 agraviados por detenciones arbitrarias en el pasado, incluido el señor Virgilio Ramírez.
Ahí lo esperaban las autoridades comunales, encabezadas por Antonio Ramírez, la abogada Edith Santibáñez y los habitantes de Tilzapote.
Aunque se pidió también la presencia de sus titulares, la secretaría de Salud estuvo representada por el subsecretario Héctor Matus y la defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, por Magdiel Hernández.
Uno, a uno, los agraviados, hombres y mujeres, hablaron de los hechos en que se vieron involucrados por demandas de dos personas aún desconocidas, pero que intentaron someter al pueblo durante años, en busca que desistieran en la defensa de las tierras amparadas en la resolución presidencial de 1986, emitida por el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado.
Ante el diputado federal suplente, Lenin López Nelio, el fiscal de Oaxaca se comprometió a que no existirán nuevas órdenes de aprehensión por delitos de despojo en esta zona, más aún, se comprometió a regresar la próxima semana a entregar personalmente la revocación de las órdenes que pudieran permanecer vigentes, una vez que el Tribunal Superior de Justicia, concluya el proceso respectivo.
Comuneros y autoridades coincidieron que fue un día histórico para Tilzapote.