Santos S.
Familiares de Elena VR y Fernando RF, asesinados a sangre fría y arrojados a un pozo en Miahuatlán de Porfirio Díaz por los sospechosos, el abogado Ulises GS alias El Mataviejitos y su empleado Héctor MG, temen que un juez les otorgue su libertad, aún cuando haya elementos en su contra.
Incluso, en esta ciudad de Valles Centrales se ha hecho correr la voz entre parientes que tengan cuidado con sus tierras porque de obtener su libertad “El Mataviejitos” continuaría con el goce de impunidad.
Los denunciantes piden que las autoridades competentes se conduzcan con imparcialidad, que se aplique la justicia, ya que fueron dos indefensas personas las que cobardemente fueron asesinadas con armas blancas y luego sepultadas clandestinamente.
“Aún confiamos en nuestros jueces, tenemos la esperanza de que sí hay justicia en nuestro estado y se aplique la pena máxima a los imputados, pedimos a la Fiscalía que aporte todos los elementos suficientes de prueba ante el juez para que se analicen y se les castigue, ya que se vocifera que muy pronto estarán libres por sus influencias con altos funcionarios del gobierno”.
Presos en 2015
Los imputados, fueron detenidos en enero de 2015, por elementos de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, ahora Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGJEO).
Dentro de las indagatorias llevadas a cabo por elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), se pudo determinar que unos meses antes el abogado logró convencer a la señora Elena Vásquez que le otorgara un amplio poder notarial para poder vender varias de sus propiedades.
De esta manera, el abogado vendió diversos terrenos, sin embargo, de la suma millonaria que recibió, nunca entregó el dinero a su representada.
Por este motivo, y porque la pareja de ancianos le exigían el pago de los terrenos, supuestamente acordó con su empleado asesinarlos y quedarse con el dinero.
Los homicidios
El 10 de octubre de 2013, alrededor de las 21:30 horas, el abogado, su chofer Héctor Manuel y otras cuatro personas abordaron un vehículo y se trasladaron al domicilio de la señora Elena, ubicado en Los Pocitos, perteneciente a Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Al llegar al lugar el abogado entró al patio de la vivienda, por lo que la señora Elena al verlo le reclamó del dinero de la venta de los terrenos.
“Ya lo tengo pinche vieja, ya me tienen hasta la madre”, les contestó el abogado, según consta en las declaraciones ministeriales.
De pronto, la señora Elena le dio la espalda, fue en ese momento que el abogado aprovechó y sacó un cuchillo que llevaba en la cintura y comenzó apuñalarla, mientras que su chofer la sujetaba.
La misma suerte corrió el señor Fernando, quien fue asesinado de por lo menos 35 cuchilladas.
Tras el crimen, el abogado y sus demás cómplices aventaron los cadáveres a un pozo de aproximadamente 28 metros, propiedad de la señora Elena.
Enseguida, el litigante contrató los servicios de varios operadores de camión de volteo para rellenar el pozo con tierra.
El 11 de octubre, los familiares de la señora Elena se enteraron de la desaparición, por lo cual reportaron el hecho en el Ministerio Público.
En un principio, sospechaban que Fernando era el responsable de la desaparición, ya que también éste estaba en calidad de no localizado.
A varios días de la desaparición, la investigación fue tomada por los integrantes de las Fuerzas Especiales de Reacción Inmediata (FERI) de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes comenzaron a entrevistar a los familiares cercanos, amigos y vecinos de la pareja.
Al interrogar a varias personas, estas comentaron que días después de la desaparición de la pareja, observaron que, durante la noche, varias personas llegaban a un predio propiedad de la señora Elena Vásquez y simulaban estar trabajando junto al pozo, que se ubica en el patio.
Dijeron que en los días siguientes, vieron que unos camiones volteo llegaban a la parte posterior del inmueble con varias cargas de tierra, las cuales lanzaban al pozo hasta que lo cubrieron.
Luego de trabajo de inteligencia, los elementos lograron establecer que la mujer fue asesinada y sus restos arrojados al pozo.
Tras seis días de excavación en dicho pozo, elementos del FERI y del Heroico Cuerpo de Bomberos, localizaron y recuperaron el cadáver de la mujer.
Los bomberos señalaron que había indicios de que otro cuerpo se hallaba más al fondo, lo cual fue confirmado unos días después, cuando los bomberos pudieron extraer otro cadáver, el del señor Fernando.
Al continuar con la investigación, los agentes establecieron que días después del crimen y luego de que los cuerpos fueron retirados del pozo, Ulises continuaba realizando movimientos a nombre de la señora Elena.
Durante un interrogatorio, supuestamente el abogado confesó su responsabilidad en el crimen y delató a su chofer, el cual al ser entrevistado por separado confesó que el había participado también en el homicidio de la pareja.
Tras las declaraciones, indicios, pruebas y señalamientos, el Ministerio Público aportó las pruebas necesarias en contra del abogado y su ayudante.
Otro cargo contra El Mataviejitos
En enero de 2017, el abogado Ulises GS, fue notificado de una nueva orden de aprehensión en su contra, ahora como presunto responsables del delito de fraude específico en perjuicio patrimonial de una mujer.
Elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) se encargaron de notificar la orden de aprehensión dictada en su contra por el Juez Primero Mixto de Primera Instancia de Miahuatlán de Porfirio Díaz.